COLECTIVA
Arte en formación
Ricardo García Prats
23/09/2010 a las 06:00
Desde los centros de formación de zaragoza, huesca y teruel.
Una instalación, una escultura, un ejercicio de diseño: todo se acumula en esta silla. .PEDRO ETURA/ A PHOTO AGENCY
Diversos
han sido los sistemas de formación artística a lo largo de la historia.
En propiedad, diversos han sido en todas las disciplinas, pero aquí nos
encontramos ante las artes. Quizás la forma que haya tenido más
vigencia haya sido la de partir de lo ya existente. Las referencias de
las que tanto se habla y de las que nadie se puede sustraer. En el
medioevo eran los gremios, a través de los maestros, oficiales y
aprendices, quienes dominaban el sistema de formación de los artistas.
Había que hacer la obra maestra. Posteriormente los talleres de los
mismos artistas. Todos hablan de Rubens como ejemplo de producción
artística para cumplir con los encargos institucionales. Podemos hablar
del mecenazgo y más recientemente de una burguesía que con sus compras
mueve un arte más libre y sin condicionantes. En la sociedad del siglo
XVIII surgieron las Academias, aquellas Reales Academias de San
Fernando, de San Carlos o la más próxima que tenemos, la aragonesa de
San Luis.
La Academia de San Luis, al contrario que otras, se quedó hacia mitad
del siglo XIX sin la sección de enseñanzas de las artes. Además
Zaragoza no tuvo la suerte de tener una Facultad de Bellas Artes.
Algunos se han formado a partir de las enseñanzas técnicas de otros
artistas en sus talleres particulares e incluso podemos hablar de los
artistas autodidactas. Lo que está claro, aparte de las disquisiciones,
es que cuantas más oportunidades de formación existan mejor. Más
posibilidades tendrán los jóvenes de formarse en las artes múltiples.
En estas reflexiones estaba mientras contemplaba detenidamente la
exposición “Graduados 2010”, comisariada por Manu Azcona y Sergio
Sevilla. La exposición es amplia, con unos cien jóvenes artistas y con
muchas vertientes creativas: pintura, escultura, grabado, fotografía,
videoarte, videodanza, instalación, acción y video intervención,
dibujo, diseño industrial, intervenciones sonoras, sesiones de dj’s,
circo, acciones y performances plásticas. Y también con muchos centros
de formación, de donde provienen los jóvenes creadores, como son la
Escuela de Arte de Huesca, la Escuela Universitaria de Ingenieros
Técnicos Industriales, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de
Zaragoza ubicada en el Campus de Teruel, “Wor in Process” y Öpera
Prima, además del centro formativo del Circo Badín.
Sin duda se pueden apreciar obras interesantes y, sin duda, intuir
futuros artistas a partir de sus prácticas creativas actuales. La
concepción expositiva también recuerda la concepción del arte que tenía
la Escuela de la Bauhaus, impulsada por Gropius en Alemania y que
terminó cerrada con la llegada del nazismo. La Bauhaus concebía el arte
como un todo al servicio de la sociedad y por eso se relacionaban la
pintura, el teatro, la arquitectura y el diseño de objetos cotidianos
como tazas, cafeteras, lámparas, muebles y un largo etcétera. En la
exposición del Centro de Historia se recrea una especie de “Bauhaus”
con las disciplinas que se reúnen, la más intencionadamente elegida, la
de la Escuela de Ingenieros Técnicos con sus diseños de elementos
útiles. Sin embargo, a pesar de todas estas consideraciones, creo que
se han reunido demasiados artistas, dando la impresión de que están
todos los del curso. Hubiera sido mejor, o así lo parece, una selección
más escueta y que hubiera habido más obras de cada uno. Se hubiera
ganado en claridad.
En cuanto a las secciones, hay buenas obras en fotografía, normalmente
de pequeño formato por razones de espacio, hay diseños industriales de
gran valor, se pueden ver trabajos de los alumnos de Bellas Artes
interesantes y variados. Se podría destacar un montaje de columpios
imposibles en hierro y madera de Luis Vivan y Fernando Laredo, llamado
“Promesas 2010”, “Loa-loa” de Tana Garrido, “Confusión” de Paloma
Navarro y “Mientras unos lloran, otros se divierten” de Lorena Gil, un
dibujo de buena factura. En algunas secciones encontramos a reconocidos
profesionales, como ocurre en el apartado del videoarte con la
presencia de Paco Aldaba, Juanjo Javierre y Fernando Martín Godoy. Hay
que destacar el acierto de haber incluido actividades pocas veces
incluidas en el arte, como es el caso de las sesiones de los dj’s, el
mundo del circo junto a las performances, las instalaciones junto a las
que no faltan en el mundo expositivo, como son la pintura, la
escultura, el video o la fotografía.
La exposición tiene también el acierto de incitar a reflexionar sobre
el arte y las enseñanzas artísticas. Está claro que hace falta una
mayor conciencia de la necesidad de impulsar y promocionar el arte aquí
y sobre todo hacia otros comunidades españolas y hacia el exterior.
Está claro que hay que impulsar la Facultad de Bellas Artes del Campus
de Teruel, con su propia organización al margen de Ciencias Sociales y
Humanidades como se encuentra y con su propia autonomía e
independencia. Hace falta una política institucional rigurosa de las
exposiciones y una política de compras que impulse la creatividad y de
apoyo a las galerías privadas.